¿En qué nos beneficia conocer a Dios?
¿Por qué se dice que lo más importante para el cristiano es conocer a Dios? ¿Acaso no es prioritario conocernos a nosotros mismos?
Esta es una pregunta común que surge en el corazón del ser humano. He escuchado a algunas personas afirmar que están bien como están, que no necesitan estudiar tanto la Biblia, porque creen que "la letra mata" y conciben el cristianismo como una experiencia emocional o hasta mística. Esto, es completamente errado, ya que nuestra mayor necesidad es conocer y entender a nuestro creador.
Cuando hablamos de conocer a Dios, hablamos de tener información o conocimiento profundo de Sus atributos y de Su voluntad. Los atributos de Dios se refieren a sus características fundamentales, que son permanentes y que no cambian; y Su voluntad se define por sus pensamientos, deseos, propósitos y planes.
El apóstol Pablo dice lo siguiente en Efesios 5:17:
"Así pues, no sean necios, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor." Ef. 5:17 NBLA
Pablo dice que no entender cuál es la voluntad de Dios, es ser necio (en el griego original ἄφρων, que se lee "áfron") y eso significa ser "propiamente sin sentido, es decir estúpido, (por implicación) ignorante, (específicamente) egotista, (prácticamente) imprudente, o (moralmente) incrédulo". (Strong)
Por su parte, nuestro Señor Jesucristo dijo lo siguiente acerca del conocimiento de Dios en Juan 17:3
"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado". (Jn 17:3 NBLA)
De acuerdo con las palabras de Jesús en este pasaje, la vida eterna consiste en conocer verdaderamente a Dios, y este debe ser el más grande propósito de nuestra vida y relación con Dios.
Los beneficios de conocer a Dios son amplios. Mencionaré algunos de los más básicos que se señalan claramente en las Escrituras.
Entendimiento
"El principio de la sabiduría es el temor del Señor, y el conocimiento del Santo es inteligencia" Prov. 9:10 (NBLA).
Es necesario tener una visión correcta de Dios para tener una visión correcta de todo lo demás. Para entender cómo vivir, quién soy, para qué estoy aquí, cuál es mi posición en este mundo y frente a Dios, debo, necesariamente entender correctamente y conocer a Dios.
Confianza
"En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre, Porque Tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan" (Sal 9:10 NBLA)
En las Escrituras, el nombre de Dios, es una referencia a Dios mismo. Cuanto más conocemos de Él, Su carácter perfecto, Su poder ilimitado, Su manera de actuar, más podremos creer y confiar en Él en cada aspecto de nuestras vidas. Nadie confía en alguien desconocido o a quien no conoce lo suficiente. La confianza crece a medida que vemos evidencia de un carácter digno de confianza.
Fortaleza espiritual
"...pero el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará". (Daniel 11:32b NBLA)
Cuando naces de nuevo y comienzas la vida cristiana, pronto te percatas de que no es nada fácil. Vivir la vida cristiana requiere un esfuerzo que está más allá de nuestras propias fuerzas. Mientras más conozcamos a Dios, seremos más fuertes espiritualmente, y estaremos más dispuestas y capacitadas para vivir activamente para Él sin que las dificultades nos paralicen. La fuerza que necesitamos entonces, proviene de Él mismo, no de nosotros. La Biblia nos enseña que en un tiempo de gran dificultad, David “se angustió mucho” mas “se fortaleció en Jehová su Dios” (1 Sam 30:6).
Perseverancia
"Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que Él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día". (2 Timoteo 1:12 NBLA)
El apóstol Pablo escribió esta carta justo antes de morir como mártir por Cristo a manos del gobierno corrupto del Imperio Romano. El permaneció fiel a Cristo y no negó su fe; soportó la persecución, la violencia, perseveró sin sentir vergüenza ni temor de que Dios lo hubiese abandonado; Pablo se mantuvo confiado porque conocía el carácter y poder de Aquel en quien creía.
En conclusión, para caminar con Cristo de manera firme, perseverante, sin titubeos ni dudas, es necesario conocer a Dios. Fuimos creados por Él y para Él (Col 1:16) y por eso, debemos ocuparnos de entender quién es Él, qué piensa, cómo actúa y qué desea y ordena para nuestras vidas. Conocerlo no solo nos dará una correcta identidad y un propósito bíblico, sino que nos dará seguridad y fortaleza para perseverar hasta el final mientras disfrutamos de la plenitud de su amor (Ef 3:14-19).
La manera de conocer a Dios es a través de una relación genuina con Él. Así como como conocemos a las personas mediante la comunicación mutua, mediante el pasar tiempo y vivencias juntos, así mismo lo hacemos con nuestro Creador. Le conoces a través de las maneras que Él se reveló a la humanidad (la creación, las Escrituras, Su hijo Jesucristo, Su Espíritu Santo). Mediante la oración (conversación con Él) haces que la relación sea bilateral.
Te invito a que lo intentes hoy. Comienza leyendo un pequeño fragmento de la Biblia, pidiendo antes al Espíritu Santo que te ayude a entender lo que leerás, que te ayude a encontrar a Dios, a Cristo en esa lectura, que te abra el corazón para conocer a Dios y Su voluntad.
¿No sabes cómo hacerlo? ¿Por dónde comenzar? Contáctame a contacto@cristocentricas.com y charlemos.
______________________________________________________________
Strong, James. Nueva concordancia Strong exhaustiva. Caribe, 2002.